Vista hacia la cordillera, en un jardín en Santiago.
Las lavandas, a ambos lados del sendero con gravilla, entregan fragancia al lugar.
Las tonalidades azules se hermanan y fusionan con el cielo, muchas veces "azul", en especial cuando el smog se ha despejado y permite apreciarlo.
El paisaje chileno es tan fuerte que los profesionales no pueden desconocerlo.
ResponderEliminarEl jardín debe abrir ventanas para ver lo que sucede alrededor. Debe ayudar a que el usuario capte mejor o de manera insinuante la cordillera, el mar, una quebrada, un río...