JARDIN DE MARÍA OLGA RIVERA EN MARBELLA

Memoria de Paisajismo. Jardín de 1.500m2 aproximados, dividido en 3 sectores, por su condición de uso y su relación con el entorno natural. Se priorizó en el diseño la sustentabilidad del material vegetal. El primer sector es de borde mar. El paisajismo mira y hace como propio el océano pacifico. Se utilizaron diferentes suculentas por la resistencia al viento salino y el sol poniente: Agave americana, Senesio serpens, Puya chilensis, Mioporo rastrero, Sedum spatulifolium, Sedum spurium, echeverria, aeonium, Bulbine frutescens, tritoma, crásulas. En el manejo del color se priorizaron los grises azulosos que se funden con los tonos del mar, y los matices del rojo en contraste con las rocas y gravillas. El segundo sector es el que está entre la calle y la casa. Se dió forma de lomajes o "shapping" logrando un jardín más dócil al recorrerlo con sus árboles y arbustos. Como cubresuelo se utilizo la piedra gravilla. Se plantaron Olivos de comer, a

nigozanthos, proteas, Romeros rastreros, Maitenes, Acacia baileyana, Pitas, Echium fastuosum. María Olga Rivera también incorporó rocas como un elemento importante logrando naturalidad; éstas las debió mover con retroexcavadoras. El tercer sector es el intermedio, el que independiza a las dos casas como un biombo natural con follaje de textura fina. La paleta vegetal la formó con: Coleonema álbum, ceanotos rastreros, Convolvulus sabatius, salvia índigo, Rhus crenata. Para contener la diferencia de nivel con el vecino norte se confeccionó un muro vegetal con malla de coco, insertando en ella mioporos rastreros y pitas verdes. El sendero peatonal va acogiendo y uniendo todo el jardín. En los patios con luz cenital se plantaron yucas como esculturas vivientes. En relación al techo verde se plantaron suculentas